Fito en aquel entonces era Teniente 1ro, del arma de Infantería y de la especialidad Comando, como esos que vemos en las películas, capaz de sobrevivir en la montaña más dura y fría, en la selva ecuatoriana, en los pantanos de la Isla mazaruca o en el desierto sureño.
Todo aconteció en aquellos primeros años de desidia, cuando el poder político tomo revancha contra las FFAA, arremetiendo contra sus integrantes, tanto en el plano económico como en el profesional. El impacto fue duro, dado que no se podía trabajar como se debía, ni mantener a nuestras familias decorosamente con los magros sueldos asignados a los militares.
Si, fue muy duro. Allí, muchos de los integrantes de las Fuerzas comenzamos a buscar algún trabajo complementario, (difícil por la escasa disponibilidad de horario y la especificidad de nuestros conocimientos), y otros finalmente nos fuimos a buscar sustento afuera de la fuerza, postergando entonces nuestra vocación. Pero en medio de esta realidad no todos siguieron igual camino; existieron tres o cuatro grupos más, definidos por diferentes situaciones y circunstancias. Estaban los que tenían dinero de origen familiar como para poder sobrevivir en medio de aquella crisis; estaban los que no se animaron a irse por haber pasado ya los 35 / 40 años de edad; también estaban los que se encontraban cerca del tiempo del retiro; y también estaban los mas allá de toda consideración, se quedaron a dar batalla.
Aquí lo encontramos al Fito Barrios, solo que como tantos otros, el no se banco la realidad tejida por aquel integral destrato; no se banco el deterioro sistemático de la Fuerza, ni la desidia de sus mandos, cuando no la cómplice comodidad los integrantes de lo que hoy llamaríamos “el círculo rojo del Ejercito”.
Y así es que el Fito Barrios se sublevo en contra de la conducción del Ejercito, interviniendo en el levantamiento de Villa Martelli, ocasión en la cual cae prisionero, para escapar al poco tiempo, dando comienzo a su largo derrotero como prófugo, residiendo en Uruguay hasta que lograra pasar a Croacia, País en el cual combatió como miembro de su Ejército, llegando a ascender al grado de General, en merito a su desempeño y coraje.
Yo no compartí aquellos actos de grave indisciplina, pero no los juzgue como persona. Trate más que nada de entenderlo, y aun hoy, cuando el país se estremece ante el acontecer de nuevas historias de tragedia y locura, sigo pensando en ello.
Fíjate que estando el Fito en Croacia, el pudo cruzarse con algunos de sus camaradas de armas de la Argentina que se encontraban destinados en algún batallón de los cascos azules. En esa oportunidad el les comento: “muchachos, Uds. están aquí en misión de paz mientras alguien en Argentina está vendiendo fusiles FAL a nuestro enemigo”. Increíble no?
Yo en el año 1993 me retire del Ejército, tenía apenas 33 años. Ya no podía mantener con mi sueldo a la numerosa familia que había formado. Luego, sintiéndome siempre parte de la Fuerza, fui viendo desde el medio civil la catarata de graves acontecimientos que vivimos en el País. Allí entonces fue cuando me pregunte: “¿contra qué o quién se levanto en armas el Fito Barrios?”.
Y aquí viene la larga lista de hechos increíbles que tratare de enumerar en cierto orden cronológico:
Del país, en aquel entonces, salieron muchas armas más. Cañones, municiones, explosivos, etc….. y años más tarde, el General Balza era nombrado embajador, absuelto al poco tiempo de todo cargo y culpa.
A Menem y a sus secuaces muchos años después al fin les dieron condena ….. pero solo se trato de un chiste, ya que nadie cumplió condena alguna. Y hace poco el logro arribar a una fecha de vencimiento que se establecía “a su medida”, ya que en ninguna parte estaba escrita.
Por otra parte “La comandante” Garre tejió negocios prósperos con inservibles compras que hiciera para el Estado, tanto en Defensa como en Seguridad, logrando estrenar su nueva casa …. ese soñado petit hotel de tres plantas (muy poco socialista), ubicado en Palermo Viejo.
Y así poco a poco el Ejército fue perdiendo su capacidad operativa hasta llegar a su actual condición de angustiante atrofia.
Hoy, en nuestro país, los maestros hacen paro en rechazo del ofrecimiento del 30% de recomposición salarial, mientras que el Ministro de Defensa trataba de imponer el 8% de aumento para sus soldados, pasando (luego de ponerse rojo de vergüenza), al 15%, (más o menos un tercio de lo que subió el costo de vida). Entre tanto, muchos oficiales, empujados por la carencia en sus necesidades básicas, van pasando a la policía de CABA, institución en la cual, con tan solo pisar su suelo, los recibe con el doble de sueldo. Entre tanto, un contador recién recibido ingresa a la AFIP con el sueldo de un Coronel con 30 años de servicio.
Y mientras yo escribo estas desordenadas líneas entre recuerdos y pensamientos, nuestro querido ARA San Juan no aparece. El, junto a sus 44 guerreros, fue condenado a muerte por los funcionarios de los tres poderes de los últimos 15 años. Por lo que hicieron y por lo que dejaron de hacer.
Es que los Jueces no vieron la depredación que sufría el País. Los legisladores tampoco, (hoy todos parecen estar sorprendidos). Los Podres ejecutivos de turno, (sus estructuras), fueron cómplices cuando no cabecillas de este MALON que arraso con el País, dejándolo como fortín abandonado en la época de la Campaña.
Y hoy prácticamente no existe responsable alguno cumpliendo condena.
La hora de la cultura del trabajo, de la EDUCACION con mayúscula, del aniquilamiento de los NARCOS, de la condena de los sindicalistas matones, corruptos y millonarios parece que no ha llegado. En su lugar, vamos caminando tibios por nuestra historia, llenando este vacío con la música de la búsqueda de la Ley del aborto, de una aberrante e invasiva ley de supuesta educación sexual integral, de actos políticos perpetrados por Obispos Moyanistas.
Y entre tanto, el Estado tomando préstamos record en millones de dólares, los cuales ha perdido y perderá entre sus dedos, en tanto siga prisionero de las amenazas que le llegan desde las madrigueras de los que ya debieran estar bien presos.
Y los pocos que trabajamos por fuera del Estado… esos pocos, (seremos 8 millones?), soportando la falta de cordura en la imposición de impuestos, mientras escuchamos nuevas y divertidas ideas que van surgiendo de las cabezas de nuestros legisladores, ideas que en caso de suerte (para ellos), se transformaran en impuestos adicionales, a costear con los bolsillos cortos de los mismos de siempre.
Y ahora el Moyano GATE, el cual nos muestra una vez más la clase de Estado que tenemos, un Estado que deja libre a tamaño salvaje, gracias a la decisión de otro Juez tibio, que en nada sirve a su país, dado que siquiera impuestos paga.
Si, aun recuerdo aquellos días en que la Sra. del Fito Barrios y sus críos caminaban por el barrio militar en soledad, sufriendo, aunque aguantando y acompañando a la distancia a su marido en “la parada”.
Y me sigo preguntando: “¿contra qué o quienes se levanto en armas el Fito Barrios?”.
Por Fabian Sotelo