En distintos puntos del distrito se observa un fenómeno que genera preocupación: la venta y distribución de anteojos sin supervisión profesional.
En ferias, kioscos o incluso en casas particulares, también pudimos observar como en barrios del distrito personas ofrecen revisar la vista o vender lentes a bajo costo, sin contar con la formación ni la habilitación necesarias.

Detrás de lo que parece una opción rápida o económica, se esconde un riesgo para la salud visual. Los especialistas explican que usar anteojos con una graduación incorrecta puede provocar dolores de cabeza, mareos, fatiga ocular y, en los casos más graves, dañar la visión a largo plazo.

También se han detectado publicidades en Exaltación de la Cruz que invitan a “controlar la vista” en lugares no habilitados, donde se venden anteojos sin estudios previos ni supervisión técnica. Estas prácticas, además de ser ilegales, pueden generar consecuencias difíciles de revertir.

Desde el sector óptico insisten en la importancia de acudir siempre a ópticas habilitadas y profesionales capacitados, quienes pueden garantizar un diagnóstico correcto y lentes de calidad.

Cuidar la vista no es un detalle menor: unos anteojos mal elegidos pueden afectar la salud de por vida.