Con una ocupación hotelera que no supera el 35%, la ciudad balnearia atraviesa una de sus peores temporadas invernales. El consumo cayó y la postal turística habitual brilla por su ausencia.

En el marco del segundo cambio de quincena de la temporada, manifiestan buenas perspectivas por el también alto registro de reservas a partir de este fin de semana, en particular en los centros veraniegos de la costa bonaerense.

Te puede interesar Sociedad