Miércoles, 29 Junio 2022 19:52

Y aunque no parezca, falta poco

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¿Falta poco para qué?
¿Para qué a causa de la falta de gas oíl perdamos un tercio de la cosecha? ¿Para que a raíz de esta carencia, empecemos a ver las góndolas de los supermercados cada vez más vacías?
¿Cómo pudo suceder? ¿Es un plan para terminar de fundir el país y sacar un pasaje directo y sin escalas hacia la amada Venezuela austral?
¿Falta poco para que culminemos la obra del gasoducto que nos traerá gas propio hasta nuestras casas, o en realidad falta poco para que la justicia investigue la licitación del gasoducto y nos cuente que nueva trampa habían montado los funcionarios de Cristina para obtener sustanciosos fondos para sus bolsillos y cubrir parte de los gastos previstos para la próxima campaña? Actuara la justicia con la velocidad con la cual analizó y desestimó la denuncia del fiscal Nisman?
¿Qué festejábamos en el cumpleaños número 100 de YPF? ¿Festejamos el asueto eterno otorgado en contra de la producción? Ese asueto que nos trajo hasta aquí, hasta el desabastecimiento en gas licuado y gas oíl? ¿Acaso festejamos la falta de reconocimiento al General Savio, quien fuera el verdadero artífice del desarrollo inicial de YPF, Empresa estratégica a la condujo en forma brillante durante sus primeros ocho años de vida?
¿Acaso estaremos festejando el aniversario de la venta de la petrolera de bandera Nacional a la familia Eszquenazi? (Recordemos que este grupo compro la Compañía pagando su valor en cuotas similares a la ganancia mensual que por aquel entonces dejaba la Empresa).
¿Falta poco para qué? ¿Faltara poco para que más jóvencitas Montopuches sueñen en alguna noche de luna llena que sus antepasados vivían en algunos de los lugares más caros y estratégicos de nuestra Patagonia? ¿Y faltara poco entonces para que nuestros jueces les otorguen los títulos de propiedad sobre las tierras soñadas, en tanto Parques Nacionales y el Ministerio de la Indefensión olvidan oponerse legalmente mediante un escrito, a los fallos dictados por “ justicia Ilegitima”? ¿Faltara mucho para que estos funcionarios sean juzgados y condenados por traición a la patria?
¿Y cuanto faltara poco para que estemos listos para ser invadidos con todo éxito, gracias al empobrecimiento moral, físico e intelectual de nuestro pueblo? ¿Cuánto faltará para que ya ningún avión, buque, tanque de guerra o cañón de nuestras FFAA quede en servicio para poder defender nuestra soberanía y libertad?
¿Y cuanto faltara para que bajemos abruptamente de los 16 habitantes por kilómetro cuadrado que tenemos en la actualidad cuando en nuestro país mueren a diario más personas que las que nacen? ¿Y cuanto faltara para lleguemos a los 100.000 asesinatos de niños argentinos en gestación luego de promulgada la ley del promovido aborto gratuito e irrestricto, una Ley según la cual una menor violada en su entorno familiar, (lo que sucede con mayor frecuencia), puede abortar sin el consentimiento de sus padres y sin obligación alguna de denuncia, lo cual hace que el Estado incompetente la devuelva luego de matar a su bebe, al lugar en el cual volverá a ser abusada una y otra vez?
En este tema viene bien recordar la definición de delito de lesa humanidad. Seguro que así veremos que sin lugar a dudas nuestros niños en gestación son las víctimas preferidas de este tipo de delito: “se consideran crímenes de lesa humanidad —o contra la humanidad— aquellos delitos especialmente atroces y de carácter inhumano, que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una determinada población civil, (LOS NIÑOS EN GESTACION), cometidos para aplicar las políticas de un Estado o una organización”, (NUESTRO GOBIERNO Y SUS LEGISLADORES).
¿Y cuanto faltará para que podamos percibir la desintegración de la argentina que llegamos a ser, la argentina que soñamos, esa Republica en la cual la familia, la escuela, la paz y el trabajo eran el camino a transitar a lo largo de nuestras fecundas vidas?

Para lo que falta realmente poco, es para la próxima elección….y me da la impresión que los partidos opositores no se han dado cuenta de ello. Pero cuando hablamos de oposición, sabemos a ciencia cierta de qué estamos hablando? ¿Es realmente la oposición diametralmente opuesta en ideas, acciones y pensamientos, respecto a los dueños del fracaso que nos condenó al 60% de pobreza y al 11% de indigencia en un país rico en recursos?
¿Está unida la oposición? ¿Tienen planes de gobierno debidamente desarrollados, concretos, reales, posibles y compartidos? Parecería que no es así.
Yo creo que este es el momento de la derecha. Ni A ni B nos han llevado a buen puerto.
¿Podrán los partidos y frentes de derecha ponerse de acuerdo acerca del país que queremos y necesitamos? ¿Podrán consensuar al menos diez puntos fundamentales a plasmar en una plataforma que deberán firmar con tinta roja en memoria de las miles de víctimas provocadas por los malos gobiernos que condujeron los destinos del país en las ultimas décadas?
Deberían poder. ¿Acaso para casarnos necesitamos acuerdo y coincidencia en más de 5/6 puntos importantes?
Yo creo que pueden lograrlo. Yo creo que la incipiente derecha argentina tiene su oportunidad, y no puede desaprovecharla.
¿Sera difícil gobernar? Si, será muy difícil, dado que el aparato corruptor / recaudador atacara sin miramientos y sin descanso al gobierno que traiga orden, racionalidad, justicia y honestidad en la gestión.
La realidad es que si no se atreven a gobernar con la ley en la mano, convencimiento y decisión, ya no habrá futuro para nuestro país.
Me atrevo a pasarles algunos puntos de coincidencia:
-Populismo cero con asistencia en baja hasta llegar al 10% de la actual en 4 años de verdadero gobierno.
-Finalizar con los asesinatos asistidos de argentinos en gestación.
-Promover la actividad privada otorgando porcentajes de baja en los impuestos vinculados al aumento de la producción.
-Declarar la guerra total al narcotráfico.
-Retomar la educación e instrucción de nuestros jóvenes y menores libre de ideologías y contenidos cercanos a la perversión.
Ultima ficha!!! El juego ahora lo tiene la derecha argentina.
El que decide quedarse afuera no será precisamente un patriota…se estará mirando el ombligo, tal cual lo hacen e hicieron quienes cumpliendo los mandatos oscuros de la Agenda 2030 globalista nos trajeron hasta aquí, hasta el abismo al cual nos acercamos… un abismo que aun creemos no merecer.

Fabian E. Sotelo
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