¿Es posible que podamos admitir una solución tan alejada del mínimo humanismo que requiere la dignidad humana?
¿Podemos transitar por la vida sin contar con el basamento moral que nos impida deshacernos de un ser humano por necesidad o comodidad?
¿Si esto fuera admisible, podríamos también apagar las vidas de los ancianos que ya no hablan ni caminan, me refiero a quienes han perdido la autonomía para llevar a cabo todas las actividades básicas vinculadas a una vida humana? Esto contribuiría con la disminución de la población como así también con la disminución de las incomodidades que la situación genera, al igual que acontece en algunos casos con los niños en gestación.
¿Alcanzaría entonces esta “disposición final” a los enfermos mentales y/o físicos de mayor severidad?
¿Y si nos dijeran que esta situación no es comparable con el aborto, dado que un segmento de la sociedad considera que el niño en gestación es una parte del cuerpo de la madre y no un ser vivo digno e independiente…deberíamos juzgar y condenar a quien asesine a un recién nacido un segundo después de haber dejado el cuerpo de la madre? ¿Tanta es la diferencia existente respecto a su dignidad y consideración de un segundo al siguiente?
¿Podríamos entonces matarlo cuando el niño este intentando nacer, evitando por medio de la fuerza que éste logre asomar a la vida a través del vientre de la madre? ¿Sería legal esta acción de sofocarlo con las manos hasta que muera, considerando que aun no ha podido nacer?
¿Es esta acción, una salvajada menor a la de cortarlo en pedacitos para luego aspirarlo como la pelusa de una alfombra?
¿Quiénes están a favor del aborto, han visto filmaciones en las cuales esos cuerpitos en gestación buscan alejarse de la aspiradora o de las cuchillas asesinas? ¿Han visto las filmaciones de bebes en formación que siendo abortados sobreviven al intento de matarlos durante varias horas, moviéndose en busca de alimento y calor? ¿Sabían que en nuestro país, (y para ser más precisos en Entre Ríos), un niño sobrevivió durante 12 horas en una palangana del hospital?
¿Que estamos haciendo? ¿Qué nos pasa? ¿Acaso hemos enloquecido masivamente?
¿Qué principio teórico legal o de laboratorio puede decirnos que cortar a un niño en pedazos, quemarlo con solución salina o asesinarlo mediante el uso de pastillas puede ser considerado un acto moral, legal y de libre elección vinculado a la salud reproductiva? ¿Vas a creerte esa barbaridad?
¿Y a quien más creemos que podemos matar? ¿Con que justificación, cuando y como?
Recordemos juntos el concepto de delito de lesa humanidad. Seguro que después de hacerlo, ya no tendremos dudas de que nuestros niños en gestación son las víctimas preferidas de este tipo de delito: “Se consideran crímenes de lesa humanidad, (o contra la humanidad), a aquellos delitos especialmente atroces y de carácter inhumano, (como lo es el asesinato de un niño en gestación), que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una determinada población civil, (los niños en gestación), cometidos para aplicar las políticas de un Estado o una organización”, (la de nuestro gobierno y sus legisladores).
El hombre se degrada junto a la sociedad que lo cobija, y al fin de cuentas estamos en tiempo de decidir entre la civilización o la barbarie.
Fabián Sotelo
Junio 2022