El cuerpo de Patricio Glave fue encontrado el pasado 6 de mayo con cuatro balazos, en el kilómetro 4 frente al Country Club Los Cardales. Lo halló un vecino, que luego dio la alerta al 911.
La escena con la que se toparon los investigadores hizo que en un principio se plantearan un posible ajuste de cuentas, dado que todas las pertenencias de la víctima se encontraban en el lugar. Junto al cadáver de la víctima estaba su auto Chevrolet Meriva en marcha, con las luces encendidas, su teléfono celular, un arma calibre 22 y las vainas servidas.
Sin embargo, esa hipótesis se descartó con el correr de la investigación y a partir del relevamiento de cámaras de seguridad de la zona, que resultaron clave para establecer un móvil. Es que si bien la zona del crimen cuenta con una gran cantidad de movimiento debido a que hay muchos barrios cerrados, una señora que circulaba en bicicleta fue la única testigo que declaró pero sin identificarse.
Las primeras imágenes que se analizaron no eran claras y estaban entorpecidas por un árbol. Pero luego surgieron nuevas grabaciones en las que los investigadores detectaron que la víctima había mantenido una discusión de tránsito con D’Aversa.
A través de las filmaciones, se determinó que hubo una persecución durante varias cuadras hasta que finalmente el acusado atacó a tiros a Glave y arrolló el cadáver con su camioneta cuando emprendió la fuga. El rastreo a la Peugeot Partner permitió identificar a D’Aversa.
Tras su pedido de detención, estuvo prófugo durante casi un mes, siendo capturado tras una gran investigación de la DDI Zárate Campana, en la casa de su tía, en el partido de Tres de Febrero.
La causa fue caratulada como "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". En su primera presentación ante el Fiscal Ferreiros, el sospechoso se abstuvo de declarar, y solamente presentó la nota en la que intentaba desvincularse del hecho.