Desunidos y empobrecidos en lo económico, moral y cultural, una vez más llegamos a un nuevo aniversario de nuestra declaración de independencia de la corona Española, Reino del cual renegamos a causa del vacío de poder que se había generado durante la captura de Fernando VII; las dificultades económicas que sufrían las colonias como consecuencia de las restricciones comerciales impuestas por la corona; la existencia de privilegios por derecho de sangre y títulos de nobleza, y la diferencia de estatus existente entre los americanos y los peninsulares profundizadas a partir de las reformas borbónicas.
Y una vez más me pescó el aniversario de nuestra revolución con las defensas tan altas como la confusión. El país pasaba una vez más por momentos críticos, peligrosos e inolvidables. Nunca había visto a la Nación tan alejada de su identidad, tan pobre en lo cultural, y tan empobrecida en lo moral como en lo estomacal, justo ahora, cuando ha comenzado a rodar esa teoría que dice que el sistema digestivo posee jerarquía de segundo cerebro.
Otro 24 de marzo que tendremos que digerir.
La OTAN ha fallado en la predicción de los sucesos y en la ejecución de los imprescindibles movimientos de piezas que debió haber hecho a tiempo. Ahora ha dado a Rusia la posibilidad de tomar por las armas en sus narices, a una joven sufrida Nación, la cual golpeaba ya hace tiempo a sus puertas pidiendo le concedan la oportunidad de “pertenecer”. Así es. Ucrania deseaba pertenecer a la CE y lograr así un salvoconducto que la aleje definitivamente de la tragedia de su eterna historia de muerte y opresión.
El concepto de agujero negro espacial es muy complejo. Leyendo un par de horas apenas se puede llegar a comprender que la existencia de una concentración de masa genera una gravedad de tal magnitud, que en su radio de acción siquiera la luz puede escapara de ser absorbida. Lo más complejo resulta al tener que pensar que esta acción de fuerza gravitatoria inimaginable, deforma el espacio y el tiempo, generando un intercambio de papeles entre ellos, a tal punto de desactivar las leyes de la física que conocemos y vemos a diario. El tiempo y el espacio dejan de ser rectos a la vez de hacerse cada vez más curvos, hasta llegar a ser infinitamente curvos.
Patricio Alvarez presento su renuncia indeclinable, es decir… su solicitud de jubilación anticipada. Ahora caminaba por el largo pasillo de mármol de carrara que lo llevaba al despacho del mismísimo Ministro, un pintoresco burgués que la política había puesto al frente del Ministerio de la producción, sin más merito que el de militar políticamente, mutando tanto de partido como de perfil, sobreviviendo siempre a una larga listas de fracasos que al parecer nunca habían hecho mella en el.