Las carnicerías y ferias locales deberían estar sujetas a inspecciones periódicas por parte de personal capacitado en salud pública. Estas inspecciones verifican desde la higiene de los locales hasta la calidad y origen de las carnes vendidas.
En el distrito se brindaron cursos de manipulación de alimentos, estas capacitaciones son parte de los esfuerzos para educar a quienes manipulan alimentos, incluidos los chacinados, asegurando prácticas seguras que prevengan enfermedades como la triquinosis.
En tiempos de crisis económicas, es común que las familias realicen actividades como la matanza de animales en sus domicilios.
Es crucial que las autoridades refuercen las campañas educativas sobre buenas prácticas sanitarias y regulen estas actividades para evitar riesgos de salud pública.
La responsabilidad de controlar lo que se vende en carnicerías y ferias locales recae en las autoridades sanitarias provinciales y municipales, quienes deben asegurar que se cumplan todas las normativas sanitarias vigentes para proteger la salud de los consumidores.