A eso debemos agregarle las pésimas condiciones laborales de varios sectores en sus dependencias de todo el distrito, lo que amenaza no sólo a trabajadores, sino a los vecinos que ya empezaron a detectar el malestar dentro del servicio de salud.
La relación entre los trabajadores y la administración de NANNI no estaría pasando por su mejor momento, los reclamos ya se hacen oír, precarización, violencia laboral y condiciones hostiles de infraestructura seguida de una falta de políticas sanitarias y planificación.
Mientras tanto, para las campañas realizadas de prevención del dengue, zika y chincungunya brillan por su ausencia, por una importante falta de personal para cubrir las necesidades de atención del sistema sanitario en los barrios.
El personal de planta permanente tampoco recibe un sueldo digno ni los recursos necesariospara garantizar una atención de calidad, y reciben un trato de desigualdad y manipulación a través de las bonificaciones como insalubridad, mal usadas para premiar o aleccionar al personal. Las bonificaciones son un derecho adquirido de todos los trabajadores y trabajadoras, que deberían estar garantizado para todos.
Sin embargo, pareciera que para el Jefe Comunal hay trabajadores de primera y de segunda en el sistema de la salud del Municipio.